El acoso escolar (también
conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o por su
término inglés bullying) es cualquier forma de
maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma
reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo
de violencia dominante es el emocional y se da
mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas
de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-14 años), siendo ligeramente mayor el
porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
¿Cómo se
previene el bullying?
Se estima que la intervención
simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la
única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede
realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería
responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad
en conjunto y de los medios de comunicación (en
forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería
las medidas concretas sobre la población de
riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la
necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de
ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en
forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución
de conflictos escolares).
Por último, una prevención
terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso
escolar.
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